En el marco del «Mundial de Desayunos», Dania Peredo le enseñó al famoso streamer cómo se hace una marraqueta con palta en Chile. El español reposteó el video y su TikTok explotó.
Por Natalia Cáceres
Dania Peredo, estudiante de Periodismo de la Universidad Finis Terrae, comenzó su camino en redes sociales en febrero de este año, pero todo terminó de explotar hace unos días, cuando le enseñó a Ibai Llanos cómo se prepara una marraqueta con palta en Chile, en el marco del Mundial de Desayunos. El famoso streamer español reposteó el video, los medios de comunicación lo transformaron en noticia y los seguidores crecieron de forma instantánea.
Al principio, su idea era crear contenido fitness y de vida saludable, pero pronto se dio cuenta de que lo que realmente quería era mostrar su personalidad y conectar con la gente desde el humor y la espontaneidad. “Al final lo que hice fue ser yo”, cuenta Dania Peredo.
Así, sus videos se fueron transformando en registros de su vida cotidiana, almuerzos con amigos en la universidad, compras en la feria o momentos casuales que, sin proponérselo, captaron la atención del público. Una de sus secciones más conocidas son los “Domingos de ceviche”, junto con los vlogs «Almorzando en la U», que la ayudaron a ganar una comunidad cercana y activa.
El impulso de Ibai y el crecimiento
«Después de lo Ibai, sumé más de 10 mil seguidores en TikTok, me saludan en la micro y en el gimnasio. Fue todo muy rápido, pero también bonito”, comenta @daniamillarayy, su nombre en la mencionada red social.
Dania Peredo y su colaboración con marcas
Sus videos, además, la llevaron a colaborar con marcas como Domino ‘s Pizza y Cabify, además de pequeños emprendimientos gastronómicos que se vieron beneficiados por la visibilidad que ella les dio. “Una vez subí un review de un alfajor y la dueña del negocio me agradeció porque tuvo muchas ventas. Eso no lo voy a olvidar nunca ya que me puso muy contenta”, recordó Dania Peredo.
-¿Hubo un tipo de contenido que marcó un antes y un después en su crecimiento?
-Sí. Los videos más simples y cotidianos fueron los que más conectaron con la gente. Grabando almuerzos en la universidad, compartiendo con mis amigos o mostrando cosas tan comunes como ir a la feria, logré que el público se sintiera parte de mi día a día. Descubrí que lo que más me gusta es la naturalidad y, sobre todo, verme disfrutar de la comida.
-¿Qué significó para usted que Ibai compartiera uno de sus videos?
-Fue un punto de inflexión. De un día para otro empecé a recibir miles de seguidores nuevos y mensajes de personas que no conocía. En solo una semana pasé a tener más de diez mil seguidores extra y, además, la gente comenzó a reconocerme en la universidad, en el transporte público e incluso en el gimnasio. Al principio me parecía extraño, pero también fue emocionante darme cuenta de lo rápido que se pueden abrir puertas en redes sociales.