Diana Vargas estudiaba Odontología en Venezuela, pero en 2016 llegó a Chile y su vida dio un giro radical. Hoy es periodista de «La Hora de Jugar» y de «Atrapados 133», dos programas de Mega.

Por Dania Peredo y Alejandro Rodríguez

Diana Vargas llegó desde Venezuela a Chile en 2016. Su paso por Periodismo Finis no pasó inadvertido, pues obtuvo excelencia académica y distinción universitaria. Actualmente, la comunicadora trabaja en Mega, en dos programas: uno de entretenimiento («La Hora de Jugar») y otro policial («Atrapados 133»). De día realiza pautas y contacta a los participantes del programa. De noche, cubre su cuerpo y rostro para salir en patrulla junto a Carabineros.

En diálogo con PostData Finis, Diana repasó los detalles de su ascendente carrera. «En 2019 decidí empezar a estudiar, intenté convalidar los ramos aprobados para terminar mi carrera. Recuerdo que fui a la Universidad de Los Andes, me hicieron una entrevista y unas pruebas y me dijeron que había quedado y que podía convalidar Odontología, pero solo me aceptaban cinco ramos, así es que debía partir desde segundo año, cuando en Venezuela solo me faltaban ocho meses para culminar la carrera. Entonces puse en una balanza los pro y los contra porque no estaba en mi país, no tenía los recursos para pagar la universidad y para los materiales, además de mantener una casa», señaló.

-¿Por qué eligió Periodismo, Diana?

-Dije «quiero estudiar algo que me sirva para trabajar en cualquier país». Me gustaba la locución, porque cuando era niña en el lugar donde vivía había una radio comunitaria e invitaban a los niños a contar cuentos, fui un par de veces y ahí me picó el bichito. Fui a la escuela de locutores de Chile, pero el lugar no me gustó, sentí que no era mi lugar. Comencé a buscar ferias universitarias y encontré al ex director de la carrera y básicamente él fue el culpable de que yo eligiera Periodismo. Me gustaba la versatilidad de la carrera, que puedes trabajar en un canal, en una radio, en una empresa o de forma autónoma.

-¿Qué se sintió salir con excelencia académica y distinción de la universidad?

-Fue muy bacán. Una de las metas que yo me trazo siempre cuando empiezo un proyecto es ser la mejor en lo que hago. Fue un reconocimiento al esfuerzo que tuve por esos cuatro años y medio, que me costaron mucho, porque tenía que trabajar, estudiar, estar pendiente de las cosas de mi casa, porque vivía sola con mi pareja, no tenía red de apoyo. En ocasiones dije capaz que esto no sea para mí y deba dedicarme solo a trabajar, pero si ya lo había partido tenía que terminarlo. En tercer año me gané un reconocimiento de excelencia académica y haberlo ganado dos veces se sintió muy bien, fue como “wow, lo lograste”.

Diana Vargas y su trabajo periodístico en Mega

-¿Cómo llegó a Mega?
-Llegué a Mega en agosto de 2024 porque estaban buscando a una periodista para un programa de entretenimiento. Fui a la entrevista y al día siguiente me llamaron para decirme que había quedado. Fue justo un mes después de haber dejado de trabajar en Chilevisión, porque hice mi práctica en el matinal y después me llamaron a hacer un reemplazo. Cuando lo terminé, con mi antigua jefa quedamos en que me iban a llamar, pero antes de que me volvieran a llamar ya me habían contactado para un programa que buscaba bailarines para el Festival de Viña.

-¿Cómo es la experiencia de trabajar en un programa policial como el «Atrapados 133»?
-Estoy desde febrero en ese programa, básicamente estoy en la boca del lobo, porque me toca salir con carabineros en la patrulla, ir a poblaciones, a allanamientos, a persecuciones. Debo salir con chaleco y casco antibala porque es peligroso, de hecho hace un mes y medio tuvimos un accidente. Íbamos persiguiendo a un auto que se escapaba del control policial y nos chocaron de frente, iban a más de 100 km por hora. El auto de nosotros dio un par de giros y chocó contra un poste, el airbag de mi lado no se activó. Terminé con un esguince cervical, fue muy traumático, no recuerdo cómo salí del auto. Fue fuerte, pero es a lo que uno se expone. No puedo estar encerrada, tengo que salir a la calle.

-¿Su rostro aparece la cámara?
-No, mi cara no sale, me pongo una capucha por lo peligroso que es y porque las personas con las que tratamos son delincuentes. De hecho, a veces me visto de carabinera, porque cuando los delincuentes ven a alguien que no está vestido así lo golpean.

-¿Qué aprendizaje de la carrera le sirve en su día a día como periodista?
-Todo, no es solamente una cosa. Gracias a la universidad yo salí muy bien parada porque lo que me pidan lo hago y si no lo sé hacer, lo invento, porque desde el primer semestre a uno como estudiante lo envían a la calle y eso te ayuda a pulir. Uno como periodista debe hacer de todo. Para lo que salga yo estoy más que lista, ya sea si me toca ir a reportear algo de deporte, de política o de farándula, yo ya sé la forma en la que tengo que hablar o escribir. Me siento muy afortunada y feliz de haber estudiado Periodismo en la escuela de la Finis, porque es una carrera muy completa.